martes, 22 de marzo de 2016

FARO DE ARINAGA...............

 
 
 
Está situado entre la Playa de Cabrón y la Playa de Arinaga. El antiguo faro de Arinaga es una de las escasas muestras de la arquitectura farera canaria de finales del siglo XIX que permanece en pie en el archipiélago, con una excelente ubicación, y un entorno de gran belleza.
 
 
 
El interés principal de esta edificación es el de su origen histórico, pues se trata de un proyecto del ingeniero León y Castillo de un clásico estilo ecléctico, y el de su papel en el paisaje del litoral municipal.
 
 
 
Su situación en una zona expuesta, sin otras edificaciones cercana, le da un carácter singular que forma parte de la imagen de este lugar. El edificio y su entorno están situados en el paraje natural de la Montaña de Arinaga.
 
 

















  
 Atrás quedan más de 500 años desde la implantación del “Real Señorío de los Obispos de Canarias (1.486 – 1.837)”, teniendo la Villa de Agüímes, tierras adentro, gran esplendor, mientras en su zona costera, apenas existían vestigios de civilización hasta bien entrado el siglo XVII, que comenzó a tener su gran importancia tras las explotaciones de la industria de la cal, autentica fuente industrial en la comercialización, construcción, arreglo y adecentamiento de las viviendas de la época y otras infraestructuras, llegando hasta los albores del siglo XX (1.950).



De entre las numerosas historias del litoral costero de Agüímes, resalta aquel muelle viejo que en la actualidad aún conserva parte de su centenaria estructura, justamente frente al islote y bajo la atenta mirada del que fuera soberano vigía ó antiguo faro de Arinaga, construido entre 1889-92, entrando en funcionamiento en 1897. El proyecto de aquel antiguo faro fue obra de Juan de León y Castillo, y su constructor el ingeniero Eugenio Suárez Galván . El antiguo faro de Arinaga se construyó para alumbrar la costa de casi media isla, contándose con los faros de la Isleta, Punta de Melenara, el recién incorporado de Arinaga, y el faro de Máspalomas, sin embargo los faros de Punta de Melenara y Arinaga fueron de vital importancia, dado la peligrosidad en la navegación entre la Baja de Gando y la Punta de Tenefé.

En ésa época en la zona de Arinaga sólo habían caminos y veredas para carretas tiradas por mulos, burros y caballos. Para alumbrar el faro de Arinaga los vapores-veleros se acercaban entre la zona del Islote y el muelle viejo y descargaban las latas de petróleo y aceites y desde allí eran transportados a lomos de burros hasta el depósito de carburante junto al antiguo faro que hoy está abandonado, pero conserva su vistosa y panorámica visión de dos habitaciones de autentica cantera volcánica-bermeja (hoy en desuso) así como otros materiales de la época. Al entrar en funcionamiento el nuevo y moderno faro, 1963, los fareros desaparecieron por los avances de las nuevas tecnologías, el famoso y antiguo faro está rehabilitándose para un museo marino y un mirador con restaurante, gracias a la labor y los desvelos del Ayuntamiento de Agüímes, mientras la famosa y típica casa de los carburantes dicen que la van a demoler. Sería una pena que los restos de ésta vivienda desapareciera, pues es una parte de la historia de la Villa, que debería también de rehabilitarse como una pieza de recuerdo.



 

viernes, 4 de marzo de 2016

EDIFICIO GUINIGUADA ( CINE AVELLANEDA - TEATRO GUINIGUADA )

En 1911 abrió sus puertas después de varios años de reformas, que incluyó una accidentada demora por diversas circunstancias, el que será nuevo Teatro Guiniguada que arrastra sobre sí una pequeña historia desde que en 1938 se plasmara en proyecto arquitectónico la construcción de un cine en los bajos del elegante edificio que, como no podía menos, se llamó durante sus casi o más de cuarenta años Cine Avellaneda.
Leemos que a partir de entonces se convertirá en pequeño coliseo quedando atrás su anterior destino que inició en 1946 permaneciendo como tal hasta 1986. Lo que a partir del próximo año será teatro funcionó como cine desde mediados de la década de los cuarenta del pasado siglo y cuya sala de proyección forma parte de un soberbio edificio de cinco o seis plantas que fue levantado en la esquina de las calles Herrería y Plazoleta Mesa de León en el que, según los entendidos, el autor del proyecto varía su estilo entre el academicismo-regionalismo del alzado y los estilemas (rasgo de estilo que caracteriza al autor o a una escuela) clasicistas en el porche del cinematógrafo.


 El edificio, y consecuentemente el propio cine, fue un encargo realizado a finales de los años treinta del pasado siglo por Susana Cardoso Ruiz de Medina, viuda en aquel momento de Rafael Llarena Avellaneda, con un proyecto (al que corresponde la fachada reproducida de los planos originales) del que fue autor Antonio Cardona Aragón. Susana Cardoso lo presentó en el ayuntamiento el 15 de julio de 1938 en cuya memoria el arquitecto (profesional madrileño que se afincó en la ciudad y matrimonió con dama de la misma y que fue autor igualmente de numerosos y destacados edificios que aún se levantan en la ciudad y en la isla) señala que el cine tendría un aforo de 725 espectadores repartidos entre 454 de la planta baja y los 288 restantes situados en el llamado anfiteatro, agregando que "para que los espectadores vean perfectamente la pantalla desde sus asientos al piso de patio de butacas se le ha dado la inclinación necesaria y al anfiteatro el escalonamiento debido".




Aunque el proyecto data de 1938 el que se llamó "Edificio Avellaneda" en su conjunto tardó algunos años en construirse pero ya aparece como tal en anuncios de periódicos cuando ya se encontraban en sus bajos allí instalados varios establecimientos, entre otros en 1944 el Instituto de Belleza "Metropol" y en 1945 los "Almacenes Vegueta". El ayuntamiento no dio el certificado de final de obra hasta 1951 en que ya se había concluido la sexta y última de sus plantas. El Cine Avellaneda se inauguró el 3 de julio de 1946 "con asistencia de las primeras autoridades civiles y militares", según el ritual periodístico de la época, donde leemos en la reseña del periódico LA PROVINCIA que "el nuevo local descuella por la sobria elegancia con que ha sido construido en uno de los lugares más encantadores de la vieja Vegueta". 
El acto comenzó con la proyección del tradicional noticiario NO-DO "sobre la vida nacional desde 1934 hasta la hora actual", seguida de dibujos animados de Popeye para finalizar con la película de Columbia titulada "Los hombres que la amaron", realizada en 1941 bajo la dirección de Gregory Ratoff e interpretada, entre otros, por Loretta Young y Conrad Veidt, que a partir del día siguiente se proyectaba para el público con entradas de butaca a 4,50 pesetas y anfiteatro a 5,50. El día 10 figuraba en la cartelera el film "Sospecha" por Cary Grant y Joan Fontaine.
Recuperado en 1986 por el Gobierno de Canarias y su Consejería de Educación, Cultura y Deportes, se pensó inicialmente dedicarlo a sede de la Filmoteca Canaria alternando allí representaciones teatrales, advirtiéndose entonces que para estos últimos fines no reunía las condiciones necesarias, por lo que se realizaron algunas pequeñas reformas que concluyeron en 1987 a partir de cuyo momento pasó a llamarse Teatro Guiniguada .